miércoles, 15 de noviembre de 2017

Ruta al Turó de les Maleses "Poblado Ibero de l@s Laietanes - SL C-149", Montcada i Reixac (Barcelona).

Masia Reixac (Catering y eventos)

Acceso a la Iglesia de Sant Pere de Reixac.
Interesante excursión por la sombría de la sierra de Marina. El itinerario recorre el valle de Reixac, desde Sant Pere de Reixac, sobre una colina que domina la parte inferior del valle, hasta el poblado íbero de las Maleses situado en lo alto de la cuenca del torrente. A pesar de su reducida extensión valle de Reixac tiene un especial interés paisajístico y botánico por su riqueza vegetal y por las comunidades que configuran. En el recorrido encontraremos huellas de antiguos cultivos y de extracciones en canteras y en la cima de las Maleses, también llamado las Coronas, las excavaciones de un poblado íbero. Este lugar, el punto más alto de la excursión, tiene una excelente vista panorámica sobre el Vallès y el Barcelonès.
Esperamos que sea de vuestro interes y agrado esta salida.

La Vallesana.

Fitas indicadora (SL C- 149).
Aproximación.-

La ruta comienza desde la iglesia de Sant Pere de Reixac. Se  puede llegar de dos maneras.
Por la carretera de la Roca (BV-5001). El desvío se encuentra en el kilómetro 9 (referencia:  Masia Reixac, aqui se puede estacionar el vehiculo y alargar unos 20 minutos la excursioón o subimos por una pista de arena y semi cementada hasta la Iglesia pasando cerca del Club de Tenis Reixac).
Hay otro acceso al km 6,8 de la carretera de la Vallençana (BV-5011) (referencia: camino de Can Piqué) que va de Badalona a Montcada.
El vehiculo lo estacionaremos en la zona habiltada cerca de la Iglesia de Sant Pere de Reixac.

Iglesia de Sant Pere de Reixac.

Iglesia de Sant Pere de Reixac.
Recorrido.-

Encontramos el hito de inicio a la iglesia románica
de San Pedro de Reixac, donde podemos dejar el vehículo y desde donde, siguiendo los hitos amarillas, llegaremos al poblado ibérico de las Maleses y a la fuente de los Avellanos. San Pedro de Reixac es un notable conjunto arquitectónico formado por diferentes edificios, el más antiguo de los cuales es la iglesia románica que data del siglo xi fue reconstruida en 1376. Consta de dos naves, la más antigua es del siglo xi está rematada por un ábside circular con planta de herradura. La otra, del siglo XII, es mayor y el altar está dedicado a
San Pedro. Adosado a la nave principal encontramos el campanario de planta cuadrada que se convierte con la altura en octogonal. Su construcción corresponde a los siglos XI y XII, aunque en la base quedan los restos de una construcción anterior. A los lados de este conjunto encontramos un pequeño cementerio y la antigua casa de las religiosas, que actualmente ocupa la rectoría. La posición estratégica del conjunto, situado sobre una colina y a medio camino entre la llanura vallesana y las cumbres de la sierra de Marina, permite disfrutar de unas vistas exquisitas.

Exteriores Iglesia de Sant Pere de Reixac.

Interiores Iglesia de Sant Pere de Reixac.

Mare de Deú de Reixac.
Una vez hemos salido de Sant Pere de Reixac continuamos por la pista de tierra, con pinos bien desarrollados a su lado, y nos adentramos poco a poco en el valle de Reixac. A medida que avanzamos, se suceden diferentes tipos de vegetación que incluyen arbustos y encinas con roble en las zonas umbrías. Quince minutos después de iniciar el recorrido, encontramos un pequeño sendero a mano derecha que nos indica el ascenso a les Maleses. El valle de Reixac, de unas 150 hectáreas, guarda una rica diversidad vegetal. Su orientación Sureste -Noroeste en la sombría de la sierra de Marina, unida al fuerte desnivel y los antiguos usos humanos, favorece una gran diversidad de especies vegetales. En las áreas donde las actividades agrícolas han abandonado perviven algunas comunidades de herbazales. Las maquias arbustivas de madroño, lentisco, aladierno y aulaga negra ocupan buena parte de las áreas afectadas por los incendios reiterados.

Rectoria Iglesia de Sant Pere de Reixac.

Carro de tiro.

Inicio de la ruta.
En los lugares soleados y secos, las estepas, el
romero y las aliagas resisten perfectamente las duras condiciones imperantes. La presencia importante de encina y roble y algunos ejemplares de alcornoque nos recuerda que las frondosas son la vegetación dominante del valle con un estrato arbustivo donde abundan el durillo y el espino blanco, que con su floración primaveral nos ofrece una visión encantadora . También abundan las plantas trepadoras como la zarzaparrilla, la madreselva mediterráneo, la hierba remuguera y la hiedra. A hondonadas encontramos una rica diversidad de especies arbóreas donde conviven las olmedas y las avellaneros, muy ligadas a lugares sombríos y húmedos, e incluso algunos ejemplares de aliso.

Camino hacia La Fuente de dels Caçadors y los Avellaneros.

Serralada de Marina.

Este camino nos adentra en un bosque de robles y encinas, pero pronto el camino se empieza a hacer más derecho y el bosque es sustituido por una maquia baja. Vamos subiendo hasta que encontramos un sendero, igualmente estrecho, que cruza ante nosotros. Lo tomamos hacia la izquierda y seguimos caminando por bosquetes y áreas de matorral. Finalmente encontramos una valla que limita la antigua cantera de la Vallençana. Estamos en un punto cumbrera de la sierra de Marina que en épocas de migración, como el otoño, es un lugar ideal para la observación de aves, especialmente de rapaz. Si la vegetación del valle es rica, la fauna no lo es menos. En las crestas es fácil ver rapaces como el gavilán. El pito real, el arrendajo y la paloma torcaz están muy presentes en el valle. Entre las joyas que la habitan podemos citar el duque o el águila culebrera.

Acceso Turó de les Maleses

Escalones de madera.
 La serpiente verde y la serpiente blanca son dos ofidios habituales en los espacios de maquia rala bien soleados, como el lagarto común, que a menudo podemos observar a pie de pista. Entre los mamíferos, destaca por su abundancia el jabalí, común partes. La garduña delata su presencia por las características deposiciones llenas de semillas que deja sobre las piedras y lugares prominentes. El jineta y el tejón, de hábitos discretos, o el conejo y el zorro, también están presentes. Pequeños insectívoros como la musaraña común depredan los abundantes invertebrados de la zona. Seguimos adelante, siempre con la valla a la derecha y, en breve, nos desviamos a la izquierda por un camino donde hay unos peldaños de madera. Siguiendo el camino,
bastante empinado y pedregoso, sin desviarnos nunca a la
derecha, llegaremos al poblado ibérico de las Maleses.

Poblado Iberico del Turó de les Maleses.

Turó de les Maleses
El yacimiento ibérico de las Maleses es un poblado layetano situado en un emplazamiento estratégico, con una vista panorámica. Estuvo habitado desde el siglo VI al II aC. A partir de los trabajos de excavación que se llevan a cabo, sabemos que la estructura del poblado responde a un modelo de urbanismo regular, con una calle central y baterías de casas a ambos lados. Actualmente hay tres áreas excavadas: la zona sureste, con tres casas de planta irregular, la zona central y la zona norte, que de momento presentan un total de diecinueve casas. Una de ellas, se dedicaba a la transformación de grandes cantidades de cereales en harinas, y otra, era un espacio destinado a la producción metalúrgica. En el extremo norte del poblado hay un edificio singular con más de ocho habitaciones y un espacio circular central, posiblemente un área de recepción o la
residencia de la familia con más prestigio del poblado.

Turo de les Maleses

Turo de les Maleses
Desde este punto podemos disfrutar de una panorámica espectacular que abarca parte de Barcelona, ​​Collserola, Montserrat, Sant Llorenç del Munt, los riscos de Bertí, el Montseny y la cordillera litoral del Maresme así como San Pedro de Reixac, en el fondo de el valle, y el río Besòs, más allá. Descendemos por el mismo sendero y en media hora volvemos a estar en la pista forestal del valle. Si la tomamos hacia la derecha, pasaremos por delante de la fuente de los Cazadores que, flanqueada por un roble y una
encina, queda escondida al borde del camino. Este lugar sombrío y de donde brota un chorro de agua cristalina, atrae una multitud de pequeños pájaros que se acercan para abrevar. Sentado aquí, podemos descansar antes de volver a la pista; un centenar de metros más allá, llegaremos a una cantera.
Serralada de Marina.

Turo de les Maleses
Este espacio de donde se extraía piedra para la construcción, está colonizado por arbustos como el espino blanco o el aladierno, que crecen sin competencia de otras especies. Varias plantas con flor atraen una buena variedad de lepidópteros entre los que
destaca la mariposa rey. El hecho de que la cantera actúe como «recipiente» de las lluvias, hace que encontramos algunos juncos y cañaverales que aprovechan la humedad del subsuelo, como la malva Olbia, una espectacular malvacia muy escasa en la valle y en regresión partes. En las paredes de la cantera, donde anidan algunas especies de pájaros, vemos el granito que conforma la geología del valle y que, una vez meteorizado y con la ayuda de los elementos erosivos, se transforma en el arena que encontramos en la base los taludes. Este sustrato granítico es lo que permite que puedan crecer los alcornoques.

Poblado Iberico del Turó de les Maleses.


Dejamos la cantera, seguimos caminando por la pista y pasamos ante un roble aislado de dimensiones considerables. Finalmente, unos trescientos metros allá, giramos a la izquierda y seguimos un sendero señalizado que llega a la fuente de los Avellanos. La fuente siempre brota, salvo algunos veranos excepcionalmente secos. A pesar de la mediterraneidad del valle, muchos de los árboles presentes tienen un origen euro-siberiano, como el arce blanco, el avellano y el olmo. En este mundo húmedo, abundan helechos como miel polístic Setif, el aquisetum máximo o el carex péndulo, una espectacular gramínea ligada a ambientes húmedos y poco abundante en toda el área. Este tipo de comunidades son escasas en el ámbito del parque y merecen un interés y un cuidado especiales. Anfibios como la salamandra común, presente en el valle, llevan una vida intrínsecamente ligada a estos espacios. Retomamos el camino por el que hemos llegado, lo seguimos
hacia la derecha y pasamos por detrás de la fuente. Así, atravesando el torrente de Reixac, iremos ascendiendo por un bosque con grandes ejemplares de helechos. Salimos de nuevo a la pista que en diez minutos nos lleva a la iglesia, punto de inicio del itinerario.

Txiki, en el SL C- 149.

SL C- 150
Ficha técnica:

Grado de Dificultad: Bajo / Moderado (Según algún tramo)
Tiempo / Horario: 2 h.
Desnivel / Cuota máxima: 155 m. a 462 m.
Uso: sí.
Uso actual: senderismo, historico, patrimonio y cañada (camino de ganado)
Estado: bueno
Señalización. Buena (Fitas con indicaciones del SL C- 149 , palafones explicativos y alguna fita de piedras)
Sitios de valor: Iglesia de Sant Pere de Reixac, Fuente dels Caçadors, Poblado Iberico "Turó de les Maleses", Pedrera, etc.
Época: Todo el año, en verano evitar las horas de fuerte sol y en invierno ir abrigada y todas. Llevar agua.
Croquis de la Ruta, extraido de .- xarxaparcs@diba.cat

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